domingo, 31 de agosto de 2014

Eliminar el tinte negro

Cuántos de nosotros habremos pensado ''me vería genial de moreno'' y luego, cuando te lo pones piensas ''¡Hola Morticia!''.


Sí, Soy yo :)

A mí me gusta este color, creo que es uno de los más fáciles y más agradecidos que hay. Incluso parece que tengas más pelo y más grueso. Pero una tiene el color en el alma y cuando me decido a quitármelo es cuando me entran todos los males.

Si llevas tinte negro, debes saber que, junto con el rojo, es uno de los más difíciles de eliminar. Sus fases de decoloración son muchas y debes hacerlo despacio y espaciando las aplicaciones para no quemarte el pelo.

Te voy a proponer dos maneras de eliminar el negro:
La primera es el método más conocido y el que usé yo; la decoloración. 
La segunda es el eliminador de tinte o recuperador del color natural.

Con decoloración:


He rebuscado en mis fotos para enseñarte ese proceso y he sido incapaz de encontrar alguna que pueda servir. Pero aquí te dejo una referencia con tés (sí, tés. Viva yo jajaja) para que sepas por qué colores vas a pasar si quieres quitarte el color negro (esta referencia sirve tanto para un método como para el otro):



Foto: teapeople

Cuando hace mucho que llevas un tinte negro, la primera vez que te decoloras te queda del color de la taza de la izquierda. Es decir, que parece que no has hecho nada.
Pero recuerda que cada decoloración debe ir en relación al siguiente tono de té, dejando un espacio de unas dos semanas entre cada uno para que el pelo pueda recuperarse. No quieras correr demasiado y saltarte un tono de golpe dejando que el decolorante actúe más tiempo. 
Hazlo despacio e hidrata tu pelo todo lo que puedas mientras dejas que se recupere para que esté lo mejor posible para la siguiente aplicación.

Llega un punto que tu pelo no queda blanco, sino amarillo, por eso, el último tono se conseguiría únicamente con un matizador.

También te va a pasar que vas a tener más de un tono a la vez; las puntas del tono 2 y la raíz del 3 por ejemplo. Y si eres tan ''pro'' como yo puede que ¡los consigas todos al mismo tiempo! ¡Ten points! :P
Eso sucede por el simple hecho de que tu pelo va acumulando capas de pigmentos y los va absorbiendo. Cuando decoloras, vas quitando capas de tinte. Fíjate que siempre vas a tener las puntas más oscuras que tu raíz, porque allí es donde más acumulación de pigmento hay. 

¿Porqué te digo esto? Porque por eso debes ir despacio o lo único que conseguirás es quemar tu pelo.

Compra decolorante profesional. Yo me acerqué a una peluquería a preguntar y en la primera me dijeron que no me lo vendían. En la segunda les costó un poco más y me miraron en plan ''y porqué no pides cita y te lo haces aquí?''. Al final me vendieron una cantidad suficiente para todo el pelo y me hice la primera decoloración en casa, pero al ver los resultados me dí cuenta de que si vas a quitarte el tinte negro, vas a necesitar mucho decolorante (y cuando digo mucho, quiero decir MUCHO). 
Compré un bote grande de polvo azul y un litro de oxigenada de 40 vol. por internet y apliqué varias veces dejando que el pelo se recuperara. 
Si tienes mucho pelo, quizás necesites más de un bote de cada para conseguir quitar bien el color.

Yo lo hice así y me funcionaba...hasta que un día me iluminé por la gracia del señor y, en mi infinita sabiduría, pensé que ya tenía un tono suficientemente claro como para dejar actuar un poco más el decolorante.
¡Mec! Error.



Cuanto más claro está tu pelo, más frágil es, así que es cuando más atención debes prestarle.
Lo ideal sería que empezaras con decolorante y oxigenada de 40vol, y cuanto más claro lo tengas, menos oxigenada necesitas (incluso hasta 20vol para una decoloración muy suave).

Puedes consultar la primera parte de este post para ver más consejos.


Con eliminador de color:



Últimamente me he dado cuenta de que se está usando mucho el arrastre de color, el eliminador de tinte o el recuperador de color. 
Como no entiendo muy bien de qué va ésto porque a mi me parece prácticamente lo mismo que una decoloración, he buscado información y he descubierto que, aunque el método se parece, es menos agresivo.

Lo que hace el eliminador de color es quitar las capas de tinte que has AÑADIDO a tu pelo. Así pues, este producto te funcionará si has teñido tu pelo de un color igual o más oscuro que tu color natural. Si eres castaña y te has teñido de negro, te funcionará. Pero si eres castaña y te has decolorado para teñirte de rojo, lo único que conseguirás con este producto es quitar el rojo y ser rubia, no te devolverá tu castaño. Eso es porque la decoloración entra en tu pelo para sacar tu color natural y aclararlo, así que esos pigmentos ya no están en tu pelo y el recuperador de color no puede devolvértelos.

Antes te he puesto la referencia de tés para que vieras los tonos por los que vas a pasar. Pues bien, con éste producto pasa exactamente lo mismo. Tendrás que pasar obligatoriamente por los tonos anaranjados.

La única diferencia entre estos dos métodos es que el arrastre de color no toca tu color natural. Pongamos por ejemplo que quieres quitarte el negro y ya tienes una raíz de 2 cm. Con la decoloración, esa raíz se volverá amarilla, mientras que con el eliminador, esa raíz seguirá de tu color natural.

Aquí te dejo una marca que puedes comprar en Carrefour por unos 15€. Hay para tonos oscuros y claros dependiendo de cuántos tonos quieras recuperar.


En definitiva, yo soy un poco camicace y voy por neuras con mi pelo, pero si eres mínimamente sensato, piénsatelo bien si quieres teñirte de negro porque no va a ser fácil cambiar de opinión.

Espero que te haya servido mi experiencia y, como siempre, si tienes alguna sugerencia y/o pregunta puedes dejar un comentario.



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miércoles, 27 de agosto de 2014

DIY Cartel marquesina

Seguro que has visto más de una vez esos carteles antiguos como los de circo o los de cabaret. O algún tutorial en inglés donde alguien los hace desde cero con cuatro cartones y unas luces que aquí, en España, son difíciles de encontrar o valen una pasta.
Yo quería un cartel de esos, pero no quería pagar (ni trabajar) más de la cuenta.

Te voy a enseñar cómo he hecho mi cartel. Fácil y por menos de 50€.




Primero, tenía claro que no iba a hacer yo misma las letras.
Para que queden bien y con aspecto profesional se necesitan unos conocimientos mínimos de dibujo técnico, unas buenas herramientas y habilidad quirúrgica con el cúter.
Yo no tengo nada de eso, así que compré las letras que necesitaba en Amazon y me dejé de tonterías.
Te voy a dejar el enlace dónde las compré (recuerda que ahorrarás en gastos de envío comprando a un sólo vendedor). Para encontrarlas, escribe ''letter'' en el recuadro donde dice ''Search for other products from this seller:''

Las que elegí miden 20,5 cm y cuestan unos 2'20€ (1'74 libras) cada una. Además compré también un bote de purpurina negra de 110g que me costó unos 5,85€ (4'66 libras).

Recomiendo que antes de comprar en Amazon, te acerques a una tienda de arte que tengas cerca, muchas veces creemos que lo que venden en internet es más barato pero no contamos con los portes y la mayoría de las veces lo tienes más cerca y más barato, pero no te das cuenta. Además, ¡hay que apoyar a los negocios locales!

En mi caso, no encontré ni letras tan grandes ni purpurina negra a un precio razonable. Tenía que comprar botes pequeños y se me disparaba el precio.
Me llegaron más o menos en una semana y en perfecto estado. Muy bien embalado todo.

¡Ya estamos listos para empezar!

Necesitas:
- Las letras que quieras para tu cartel
- Pintura acrílica tipo tempera
- Un pincel
- Purpurina
- Cola blanca
- Un lienzo de la medida que necesites para que quepan tus letras (asegúrate de que tenga profundidad).
- Luces de navidad (las mías son de los chinos y me costaron 3'75€)
- Una bolsa de plástico
- Cúter y tijeras
- Celo o cinta americana
- Una regla
- Paciencia :)

1. 
Empecemos por pintar las letras. Yo lo hice con un pincel y con unos acrílicos que tenía en casa muertos de risa.
Diluye la témpera con agua para que sea más fluida y más fácil de aplicar. No hace falta que queden perfectas, porque luego las vamos a cubrir con purpurina, pero yo quise asegurarme dando dos capas para que no quedaran aguas. El papel maché con el que están echas las letras absorbe bastante y, cuando se seca pueden quedar zonas que no estén bien cubiertas.



2.
Una vez que se haya secado la pintura por completo, cúbrelas enteras con cola blanca, también diluida en un poquito de agua -más o menos 3 partes de cola por una de agua- y pon cara triste por creer que estás destrozando tus letras. No te preocupes, la cola queda transparente cuando se seca.



3.
Con la cola aún húmeda, mete la letra en la bolsa de plástico -con cuidado que no se pegue mucho en los bordes- y tira purpurina dentro. Bastante... ¡como si la regalaran!.
Sacude la bolsa para que la purpurina llegue a todos los rincones y saca la letra para que se seque.



4.
Aquí tuve un punto de inflexión. Quería dar otra capa de cola blanca encima para sellar la purpurina y que mi casa y básicamente, yo entera, no pareciéramos salidas de un cuento de hadas, pero hice una prueba en un trocito de cartón -por suerte- y vi que la cola encima de la purpurina le quitaba todo el brillo, así que descarté la idea (si se te ocurre algo para sellarla, estaré más que agradecida si comentas).


5.
Con un cúter corta la parte de atrás. ¡Asegúrate bien que no estés cortando el frente o tendrás letras al revés!. Ten cuidado con tus manos, el cartón está bastante duro y se te puede escapar.
Yo he dejado algunos espacios sin cortar para poder tener una base y pegar después la letra al lienzo.



6.
La parte más complicada puede que sea ésta: Los agujeros para pasar las luces.
Si eres como yo y te agobias midiendo, dividiendo y calculando, te bastará con hacerlo un poco a ojo... así que sólo debes tener en cuenta que no te queden dos luces muy juntas y que estén más o menos centradas y alineadas en la letra.
Te puede ayudar pegar trocitos de celo antes de hacer los agujeros para ver si quedan más o menos repartidos y agujerear luego con la punta de las tijeras antes de quitar el celo.
No te emociones con las tijeras o las luces no se aguantarán. Más vale hacerlo pequeño y tener que agrandarlo luego.
Si te equivocas con la distribución de alguno, como hice yo, sólo pégale un trozo de cinta aislante por la parte de dentro para que no salga la luz y se note. Por la parte de fuera casi no se verá si no es muy grande.



7.
Prepara el lienzo en el suelo y coloca las letras encima ¡pero no las pegues todavía!, sólo vamos a marcar. Como te he dicho, me agobio calculando distancias (nadie tiene tiempo para eso), así que sólo medí la distancia desde el borde de abajo del lienzo hasta el principio de la letra para que, al menos, estuvieran alineadas. La distancia entre letras es totalmente aleatoria. Marqué sólo el borde superior porque, como va a estar colgado en la pared, no se verá la marca de lápiz. Si lo haces desde abajo puede que se vea.



8.
Corta algunos rectángulos en el lienzo (¡pequeñitos! o el lienzo perderá tensión y se te caerá). Serán los orificios de entrada y salida de la tira de luces. Asegúrate de que los cortas en una zona donde quede cubierta por alguna letra.


9.
 Desenreda las luces de navidad para poder manejarlas mejor. Inevitablemente, algunas luces tendrán que quedar dentro de las letras, pero si las separas de esta manera, podrás colocarlas en los agujeros sin desperdiciar demasiadas.


10.
¡A meter lucecitas! (lo digo emocionada pero mi novio y yo acabamos hasta los mismísimos).
¡Ah! Y comprueba antes de empezar dónde quieres el enchufe. No vaya a ser que, cuando lo tengas todo hecho, maldigas este tutorial por no habértelo dicho :P
Yo quería el enchufe en la parte izquierda, así que empecé por la derecha, es decir, por la última letra.
Mete las luces desde detrás del lienzo por el rectangulito que has hecho y forma como una U con el cable (que entre, cuelgue lo suficiente como para llenar la letra y luego salga otra vez).
Ahora ve metiéndolas en cada hueco y letra por letra hasta el final.





11.
Pega un trozo de cinta/celo para sujetar los cables y que no se escapen de su sitio.



12.
 Ajusta la tira de luces desde atrás para que las letras queden pegadas al lienzo y asegúralas por la parte de delante con cola blanca (o Pattex, como en mi caso).




¡LISTO!

Espero que te haya gustado.
Si intentas hacerlo en casa te aseguro que no es tan difícil como parece. Además, es tan versátil que puedes usarlo como quieras y con cualquier palabra. Nosotros vamos a ponerlo en nuestro estudio y ¡nos encanta saber que lo hemos hecho con nuestras manitas!
^_^
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viernes, 22 de agosto de 2014

Cómo dejé de fumar sin morir en el intento




 
Foto: Tumblr


Hace exactamente 1.893 días que no fumo. Es decir, 5 años, dos meses y seis días  (Es que la aplicación del QuitNow es tan genial poniéndotelo en días, cual condena carcelaria...)

Mi historia con el tabaco imagino que empieza con mi padre, él es fumador y su padre también. 
Cuando cumplió 13 años, mi abuelo le dio un cigarrillo y le dijo ''ahora ya eres un hombre, ya puedes fumar''. A día de hoy no puedo imaginarme a mi padre sin el olor de carajillo de whisky y del humo de un cigarro.

Recuerdo cuando era pequeña que daba igual si estabas en un bar, en una casa o en el coche. A nadie le importaba si había niños antes de encenderse un cigarrillo y nadie miraba mal a los fumadores por ello. 
Mi madre hizo todos los intentos para que él dejara de fumar, pero solo consiguió que echara el humo por la chimenea para no ahogarnos en casa o que abriera las ventanillas del coche.
Un día -yo no lo recuerdo- dije ''¡Cuando yo sea mayor no fumaré nunca!''. Claro que no fue así o el título de este artículo sería diferente.

Yo tenía 11 años cuando mi hermana mayor empezó a fumar a escondidas. Todos nos dimos cuenta porque esto es muy difícil de esconder. Recuerdo cuando venía alguna amiga suya y se encerraban en su habitación, el olor en su ropa, en su pelo...

A los 13 años empecé el instituto y, claro, tenía que aparentar ser mayor... Mi hermana me había estado contando las novatadas que se hacían (meterte la cabeza en el váter, ducharte, pintarte con permanente...) y ¡no podía permitir que me vieran como una niñata! así que durante el verano, me dediqué a ''aprender'' a fumar.
Le cogía un par de cigarros a mi padre, me juntaba con mis amigas y nos pasábamos la tarde aprendiendo a tragarnos el humo. Yo decía que sabía, pero en realidad lo aguantaba en la boca -¿quien no lo ha hecho?-
Todas flipaban que no tosiera y me sentía como la más guay, pero sabía que tarde o temprano me pillarían, así que, un día, cuando llegué a casa, busqué algún cigarrillo para ensayar, pero no había nada. Subí a la habitación de mi hermana y rebusqué en el cenicero... había una colilla a medias -era lo único que tenía-. 
Me puse delante de un espejo y me tragué el humo. Sorprendentemente, ¡no tosí! pero ejem...empecé con todo el glamour posible... Con una colilla apestosa jaja.

A partir de ahí, todo fue normal. Fumaba a escondidas en casa pero con la cabeza bien alta en el instituto, echaba insecticida en la habitación porque creía que cantaba menos que un ambientador, cogía cajetillas del cartón de tabaco de mi padre hasta que me atreví a comprarlo yo sola... en fin, lo típico.
Yo me sentía así
Foto: Victoria Van Violence


pero ahora pienso que debía ser algo más parecido a esto

Foto: Frieke Janssens


Para que te hagas una idea, le dije a mis padres que fumaba en nuestro viaje a Disneyland París. Qué vergüenza... Aunque fue bastante natural todo: Mi padre dijo que se iba a comprar tabaco y le dije que comprara uno para mí también. Por supuesto, me miró con cara muy seria y me dijo ''No te voy a decir que no fumes porque yo lo hago, pero si pudiera volver atrás y no haber empezado, lo haría''. (Nota: al final no me lo compró...cachis...)

A los 14 tuve mi primer novio y descubrí la marihuana. Los años que siguen están algo borrosos..jajaja. Sólo recuerdo algunos momentos en concreto. La mayor parte del día estaba medio apollardada por el THC y tanto me daba chicha que limonada mientras me hiciera pasar un buen rato. Para mí, fumar porros era algo social. Pocas veces fumaba a solas y, si lo hacía era para inspirarme antes de hacer un dibujo o antes de escribir algo si las musas tardaban en aparecer. 
Si quedaba con los amigos sabía que, cuando llegara a casa, tendría que decir que esos ojos rojos eran porque me daba el viento yendo en moto. Unas gotas de colirio y listo.
Parece increíble que lograra sacarme todas las asignaturas en esos años, todavía me sorprendo a mi misma.

A los 18 me saqué el carné de conducir y ahí acabo mi relación con los porros y, de rebote, casi con el alcohol -seguí bebiendo, pero mucho menos-. No obstante, no abandoné el tabaco. Por eso se me hizo más fácil dejar de fumar porros.
Empecé con Marlboro, luego me pasé al Chesterfield, después al Marlboro light, Camel, y por último Lucky Strike... qué recuerdos.
Normalmente al día me fumaba entre 10-15 cigarrillos, a excepción del fin de semana que podía llegar al paquete/paquete y medio si salía por la noche.

A los 19 años me independicé y me fui a la universidad. Todo era nuevo, tuve una adaptación un poco extraña y no me sentía segura conmigo misma ni estaba segura de lo que hacía allí. El año siguiente conocí a mi pareja actual y todo cambió...
Desde siempre, todos los chicos con los que había estado, fumaban o habían fumado, pero él no. Él nunca ha fumado aún teniendo a sus dos padres -su padre ya no lo es- y algunos de sus amigos, fumadores. Me pareció un caso casi extraterrestre, pero me hizo pensar que posiblemente era eso lo que le hacía destacar entre todos nosotros. Se hacía muy raro verle con esas pintas metaleras e ir a ofrecerle un cigarro y que dijera ''no, no fumo''... te descolocaba.

Empezamos a salir y al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos. Allí fue cuando dejé de fumar.

Estarás pensando...oohh..qué bonito, dejó de fumar por amor... emm..sí y no.
Ante todo lo dejé por mí, pero no te voy a negar que dejar de fumar si tu pareja no fuma y te apoya es más fácil. La cosa fue que cuando empecé, yo todavía estaba viviendo con una amiga, y ella sí fumaba. Pero empecemos por el principio:

Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando tomé la decisión. No fue algo premeditado o que pensara ''tal día voy a dejar de fumar porque es el día que se estrenó la película Psicosis hace 49 años.'' NO. Simplemente me dolía la garganta, probé a fumarme un cigarrillo y noté que mi cuello gritaba silenciosamente 'socorro'. 
''No te preocupes, cuello... hoy no no voy a fumar y te daré una tregua''. Al día siguiente pensé ''¿y si hoy tampoco fumo?..a ver cuántos días puedo aguantar''.
Siempre me quedaba el consuelo de que, como no se lo había dicho a nadie, no pasaba nada si no podía conseguirlo.

Cuando pasaron tres días mi novio me dijo ''hey, hace unos días que no te veo fumar...¿lo estás dejando?'' Pillada. Ahora ya no podía echarme atrás :)

Me puse a investigar por internet y cuanto más veía a gente fumando y explicando sus historias, más ganas me entraban de fumar. 

Pero entre toda esa información ''basura'' (digo basura porque en aquel momento no me servía nada), descubrí esta web que me animó como no te puedes llegar a imaginar. Además, te lo explicará todo mil veces mejor de lo que pueda hacerlo yo.

Las dos primeras semanas pasaron bien, estaba animada y con la mente muy positiva porque no me estaba costando tanto como creía. Ahora sé que es porque todavía tenía la nicotina en el cuerpo y el 'mono' no era tan fuerte.
Estaba encantada con lo que había conseguido. Lo que mejor recuerdo y lo que creo que se me quedará en la memoria para siempre, es el primer beso que dí sin tabaco. Fue una pasada. Super dulce... fue totalmente nuevo, como si nunca hubiera besado a nadie antes. Piensa que empecé a fumar a los 13 y mi primer beso fue a los 14...

A partir de la tercera semana empecé a flaquear por momentos, pero repasar la web me ayudaba muchísimo. Esta sección me ayudaba a reafirmarme en mi decisión, y este otro a sentirme mejor cuando volvía a estar convencida de seguir con ello. 
Y cada día....caaaaada día me leía ésta otra sección, tantas veces que llegué a aprendérmela de memoria y recitaba como si fuera mi mantra personal (bueno, lo segundo es mentira jaja).

Esa misma semana había un festivalazo y sería el/los primer/os concierto/os que vería sin tabaco. 
Lo gracioso fue que había dos amigos más que lo habían dejado más o menos a la vez que yo y, al terminar el día, fui la única que consiguió seguir sin nicotina. Primera prueba conseguida!
Eso me dio un montón de ánimos, saber que podía hacerlo si me lo proponía seriamente. Y, no te lo voy a negar... cuando ves que la gente que se ha apuntado al carro empieza a caer poco a poco te sientes poderoso, casi como un dios de la inspiración y la constancia. Y eso...mola.


El verano se presentó igual de desafiante: tuve problemas familiares bastante estresantes y problemas en el trabajo. Puede que influyera también mi estado de nerviosismo porque, a la mínima salía the devil in me y, como no podía salir a fumar para relajarme, ese estado permanecía más tiempo del que estaba acostumbrada. 

Después del verano, cuando pasaron tres meses, mejoré un poco y pasé de tener cuatro momentos de flaqueza al día, a tener sólo uno (de 18 a 21 horas... mi novio puede dar fe de ello porque le pedía que no me hablara ni me dijera nada durante esas horas).
Para mantenerme ocupada, dibujaba y practicaba Photoshop, pero el problema era que, cuando acababa mi ''obra''  necesitaba ese cigarrito de recompensa, así que empezaba de nuevo. El resultado fue un aumento de la productividad de un 200% y unas notas bastante altas en clase. 
Ese cigarro era (y sigue siendo, aunque en menor frecuencia, después de tantos años) el que más echo de menos.

La pregunta mamporrera: ¿Engordas si dejas de fumar? Según mi experiencia, no engordas porque dejas de fumar o porque la ansiedad te hace comer más... lo que pasa es que como ahora notas mucho mejor los sabores y los olores, comer se convierte en un placer. 
Como te gusta más lo que comes, comes con más gusto y te cuesta más parar. ¿yo engordé? Sí, y aunque en el momento me veía horrible, visto con perspectiva, no había cogido tantos kilos. Así que asegúrate de no abusar de la comida basura o de queso y pasta hasta que aprendas a controlarte ¿no vas a querer evitar el mono de tabaco y además castigarte también por la comida? Todo a su tiempo...ya tienes bastante con una cosa.

El mejor truco es pensar que te acabas de fumar uno.. tendrás que hacer muuucho uso de tu imaginación, pero intenta recordar la sensación que tenías cuando acababas de fumar. Esa sensación es la que tendrás que recrear cuando tengas ganas de fumar. Al fin y al cabo, piensa que, si te fumas sólo una calada, vas a tener que empezar de cero y eso, después de lo que has pasado, es una pu***a.
A lo mejor puedes dejar de fumar por eso, por pereza :P


Pasan los años y cada día la cosa mejora. A estas alturas, puedo decir con orgullo que no he recaído ni una sola vez, que no he dado ninguna calada desde ese 16 de junio del 2009 y que casi es de lo que estoy más orgullosa de haber conseguido en mi vida.

La anécdota después de 5 años es ir al médico a actualizar tu historial y decir ''soy ex-fumadora''-porque siempre, aunque pasen treinta años, me consideraré ex-fumadora- y que el médico te pregunte ''¿desde hace cuánto?'' ''cinco años'' y le quite importancia con un ''ah..bueno..entonces eso ni lo apunto'' (wiiii!)
No sé si mi salud ha mejorado, me sigo cansando cual oso perezoso cuando subo unas escaleras, pero eso es porque no hago NADA de deporte. He notado una mejora bestial en mi piel y sobre todo en mis migrañas. Parece mentira el dolor de cabeza que tenía antes y no sabía de donde me venía. Ahora lo sé. Del tabaco.
Lo que es mi cartera te aseguro que sí ha mejorado.
Odio pensar en el dinero que he tirado a la basura y ahora puedo permitirme un capricho cuando lo quiero y no tengo remordimientos. 
El primer capricho que me dí a mi salud- nunca mejor dicho- fue un buen kit de maquillaje Mac. Para muchas chicas, tener maquillaje de esta marca es una cosa básica, pero para mí era y sigue siendo un capricho. En fin, que me lo compré para sentirme más guapa y darme una recompensa por todo el esfuerzo. Soy cuquísima.

Pero lo mejor de todo es saber que ya no dependes del tabaco. Se acabó estar pensando:
- ¿tengo cambio para tabaco o tendré que pedir?
- Es sábado, son las 12 de la noche y sólo me quedan tres cigarros. Tendría que haber salido antes a comprar porque mañana tendré que buscar un bar donde vendan.
- Se acerca el viernes, voy a comprar 4 paquetes por si acaso.
- Si he quedado con mi amiga y no lleva tabaco, tendré que invitar, más vale que cambie de ruta y pare antes a comprar.
- Tengo una comida familiar, eso supone 4 horas sin fumar.
- y un largo etcétera....

Soy FREEE!!! 

Como colofón final te diré que sigo guardando de recuerdo mi caja de tabaco casi entera, para que veas que la excusa de ''me acabo esta caja y lo dejo'' no iba conmigo. 
Te confieso que cuando la he cogido para hacerle la foto no he podido evitar sacar un cigarro y cogerlo... sigo teniendo la soltura (demasiados años repitiendo el mismo gesto) pero ahora me siento rarísima y...huele fatal jajaja

Mírala... que bonita y qué asquerosa al mismo tiempo jejeje.





Si decides dejar el tabaco o lo estás dejando, puedes escribir tus preguntas o tu experiencia en los comentarios. ¡Tú puedes conseguirlo!



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sábado, 16 de agosto de 2014

Tintes fantasía: ¿Cómo empezar? Marcas y experiencia

Antes de nada, déjame aclarar que NO SOY PELUQUERA. Todo lo que vas a leer en este post, y en mi blog en general, se basa en mi humilde experiencia.
Bien, ¿ya estamos listos para ser pequeños ponys? ¿Por dónde empezamos?

 Foto: Karine Elizabeth


Primero, deberás decidir si quieres teñirte tú misma, o ir a una peluquería.
Si eliges la segunda opción, te será mucho más cómodo, pero también más caro.
Antes de nada, asegúrate de que acudes a un centro especializado o que, al menos, conozcas a alguien que se lo haya echo allí. Por mi experiencia puedo decirte que solía teñirme en una peluquería muy buena y estaba encantadísima con el resultado, pero que, por cuestiones de mudanza, cambié a otra de mi barrio y me fui a casa llorando- literalmente-. Pasé de un rojo sirenita a un marrón anaranjado. Así que, si no quieres sustos, asegúrate bien del sitio que eliges.

Si decides hacértelo en casa- es lo que yo hago desde hace años- ahorrarás bastante dinero pero necesitarás mucha práctica y algún que otro desastre que voy a intentar que no cometas:

Aquí sólo te comentaré los aspectos generales. Más adelante voy a hacer otro post con un paso a paso de cada uno de los colores que he llevado.


Decolorar:

 Foto: Kim Joanne

¿Recuerdas el post anterior donde hablo de los pros y contras? Aquí te vendrá bien repasarlo porque aún estás a tiempo de rescatar esas toallas horteras que te regaló tu madre cuando te fuiste de casa pensando que te hacía un favor, pero que llevan en el fondo del cajón desde la mudanza. Es hora de darles otra vida útil y convertirlas en tus toallas de tinte.
Después de eso ya estás lista para empezar:

Compra decolorante profesional. He intentado hacerlo con el de supermercado y no es lo mismo. últimamente lo estoy haciendo con este de Schwarzkopf (¿quién es capaz de escribirlo sin mirar el autocompletado de Google? Yo no.) Crema decolorante intensiva L1. Lo compro en Mercadona por más o menos 5€.

A mí me da la sensación de que el de supermercado aclara menos y aclara a partes desiguales, en cambio, el de peluquería aclara mejor, en menos tiempo y lo más importante es que puedes calcular las cantidades según tu pelo y no corres el riesgo de quedarte sin producto a la mitad. A parte, tienes un montón y te sirve para varias aplicaciones.
De momento, el que mejor me ha ido ha sido este de L'Oreal. Lo compré en internet por unos 35€ el bote transparente (el de la pasta decolorante) y unos 10€ la bolsita rosa (el oxidante/revelador). Créeme, vale la pena gastarse el dinero en eso.

En cuanto al decolorante, tienen una versión sin amoniaco- el de la izquierda con letras rosas- y, después de probar los dos, he de decir que me quedo con el que contiene amoniaco. 
Los oxidantes, si eres nuevo en este tema, básicamente se dividen por volúmenes: 
10 vol sirve para aplicar tintes oscuros
20 vol para aplicar tintes igual que tu color o hasta un tono mas claro
30 vol para aclarar 2 tonos a partir del natural
40 vol para aclarar 3 tonos arriba de tu color 
60 vol únicamente para decolorar sobre cabello resistente.

He probado la de 30 y la de 40 y definitivamente, para mi pelo, me quedo con la de 40. 
Tienes que saber que puedes convertir una de 40 a una de 30 rebajándola con un poco de agua, así que, si eliges la de 40 y notas que es demasiado para tu pelo, siempre puedes recurrir a este truco para no tirar el dinero.

Los contras de éste producto son 2:
- La pasta decolorante es eso; pasta. Acostumbrada al polvo azul de toda la vida, con este cuesta sacar del bote, se crean pelotones que son difíciles de diluir y hay que echar las cantidades un poco a ojo.
- El formato de la oxigenada es muuuuuy engorroso. Piensa en una bolsa flácida que no tiene soporte y que cuanto más se vacía, más cuesta de controlar. ¿Cómo se aguanta con una mano mientras mides la cantidad? ¿Cómo permanece en la estantería mientras no la usas? Es un misterio.

Estoy en proceso de probar una marca de decolorante diferente, pero por el momento, sólo os voy a hablar de esas dos.
***Edito: He cambiado de decolorante. Es mucho más cómodo, práctico ¡y económico!. Ahora uso el polvo azul de Nouvelle y la oxigenada de Wella de 40 vol. Los compro en una tienda de productos de peluquería del barrio y los dos botes me salen a unos 24€. Mucho mejor...***




Decolora hasta el rubio más claro que puedas. Decolora hasta que parezcas una pornstar americana de los 90 y, es más, encima te digo que disfrutes de tu look de rubia durante unas semanas porque ya no volverás a verlo así de...iba a decir natural.. jajaja.
Ahora en serio, no quieras correr en este proceso y ves decolorando poco a poco tu pelo para no dejarlo como un estropajo. Si te queda rubio a la primera, ¡¡excelente!! pero, si no, te aconsejo que esperes dos semanas para volver a decolorar. Piensa que necesitas una buena base para aplicar el color y que quede uniforme y una buena decoloración te ahorrará muchos problemas futuros.

Usa espejos. Si lo haces en casa, tendrás que montarte tu chiringuito, porque, por mucho que quieras, no vas a verte todos los rincones de la cabeza y siempre, SIEMPRE, se olvida un trocito oscuro que se ve a kilómetros cuando todo es de un amarillo pollo precioso.
Mi chiringuito consiste en sentarme en el suelo, de espaldas a un espejo de pared de cuerpo entero y poner en frente de mi una silla con un espejo de mano. Así tengo las dos manos libres para poder dividir el cabello y aplicar el decolorante con la brocha. Soy todo un espectáculo en ese momento.

Controla el tiempo. No vayas de listo y calcules el tiempo con las canciones que han sonado o con el tiempo que crees que hace según los anuncios (volvemos en 3 minutos a veces se convierte en 5). Usa un temporizador de cocina si hace falta. ¡Con el decolorante no se juega! y te lo dice una melena quemada y cortada por culpa de eso. No aclara más si lo dejas más tiempo del que aconsejan en las instrucciones.

- Cuidado con el aluminio. Esa vez que quemé mi pelo fue porque lo llevaba envuelto en papel de aluminio. Le dí un poco de secador para acelerar el proceso (no lo aconsejo) éste cogió más calor por la parte de la nuca- y a eso súmale que lo dejé más tiempo del que debía- y acabé con una línea en diagonal quemada. Era como una masa de chicle; el pelo no se partía, se estiraba y se afinaba hasta que se rompía, pero ni siquiera hacía ese ruido característico. Un desastre y un corte hasta los hombros.

Controla tus raíces. Muchas veces la raíz cuesta mucho más de decolorar y queda más amarillenta. Intenta que tenga el mismo grado de rubio que el resto de pelo y no dudes en hacer otra aplicación si no lo ves igual.

Matizar es una opción. Puedes matizar tu pelo si quieres conseguir una base más blanca y que el amarillo pollo no influya en el resultado del color. Básicamente es saber si el color que has elegido va a sufrir un cambio con una base amarillenta. Los colores más oscuros o los rojos y los verdes no suelen tener problemas con eso, porque en su composición ya llevan amarillo, en cambio, los colores más claros como los colores pastel o los azules intensos sí que pueden cambiar su tonalidad.


Teñir: 



 Foto: Unknown

¡Llegó la hora del color! ¡El proceso más divertido!
Si ya tienes una buena base, el resto se hace prácticamente solo. Simplemente elije el color que más te guste y ¡aplícalo!. Sin embargo, voy a aconsejarte un par de marcas que los que llevamos en esto del color tantos años, hemos aprendido a distinguir:

- Stargazer: 


Aunque ahora no es de mis marcas favoritas, sí le guardo un cariño especial porque es con la que empecé. Los colores son vivos, tienen una gran variedad de tonos y tienen una durabilidad en la media. Son de los más baratos, cuestan entre 6 y 8 euros dependiendo de dónde los compres- incluso podrías encontrarlos por menos- y contiene 70ml. 
El único contra que le veo y que por eso he dejado de comprarlo, es su envase.
Aunque parezca contradictorio, ese aplicador molesta. No lo he usado ni una sola vez. Además, la abertura del bote es demasiado pequeña y es muy difícil sacar el contenido para aprovechar todo el producto, por lo que acabas cansada de sacudir el bote y tirando resignada lo que se queda en el fondo. 
La cantidad tampoco es suficiente para un retoque como dios manda en las raíces, así que te aconsejo que compres unos cuantos para estar más tranquilo, y puede que necesites 3 botes para hacer todo el pelo si llevas una media melena o si tienes mucho pelo.

-Directions de LaRiche


Es mi marca actual. La probé hace unos 7 años y todavía la sigo comprando. Para mí lo tiene todo -o casi todo-. Es asequible (cuesta entre 6 y 9 euros) la variedad de tonos es un poco más extensa que la de Stargazer y su bote es perfecto para aprovechar al máximo todo el producto. Contiene 88ml, y a mí me da para un retoque y medio de raíces. Para cubrir toda mi media melena necesito dos botes.
No creo que le cambiara nada. De hecho, es la marca que vendo en mi tienda porque puedo recomendarla sin miedo a mis clientes. He probado casi todos los colores y voy a ir publicándolos cada uno por separado para compartir mi experiencia.

- Crazy color


Es la marca que me ponían en la peluquería cuando iba de rojo. Supe de casualidad que, cuando se quedaban sin, compraban el de la marca Directions en la tienda de al lado (donde trabajaba una amiga y me lo chivó muahaha). Así que puedes deducir que no distan mucho el uno del otro. Sí que es cierto que me lo veía mucho más brillante pero no sé si era fruto de aplicármelo en peluquería -decolorar, teñir, lavar y cortar me costaba en aquel entonces unos 60€ al mes, ya me podía quedar bonito- . Como no lo he probado en casa, no sabría decirte si es mejor que el Directions.

- Manic Panic


He leído mucho sobre esta marca, pero no la he probado, ¡y no por falta de ganas! sino de dinero. Un bote de 100ml cuesta alrededor de 10 euros. Su envase es parecido y algo más grande que el de Directions y los colores también son similares, aunque he leído que duran algo más y quedan más vibrantes. No descarto probarlo en un futuro pero de momento no creo que valgan la pena esos euros de más.


-Ion Color Brillance


Todavía son un mundo por descubrir pero de momento sé que en España son difíciles de encontrar. Se venden sobre todo en Sally o en Amazon y, por los reviews que he visto, parecen de muy buena calidad. Duran más y el color es muy vivo. Tienen una carta más limitada de color. ¿Si me gustaría probarlos? Por supuestísimo, aunque sea sólo para descubrir que son geniales y tener que engañar de vez en cuando a mi estimada marca Directions con ellos.


- L'Oréal HiColor HiLights


El súmmum de los tintes de color. ¡Un tinte que decolora a la vez que aplica el color! Eso sí, tienes que saber que esta opción está destinada a sólo unas cuantas personas selectas: 
- Sólo existen tonos en rojo y caoba. Si estás pensando en un azul, olvídate.
- Sólo puedes usarlo sobre tu color natural...y además tiene que ser oscuro. Rubios fuera.
- Tienes que combinarlo con revelador de 30 vol si tu pelo es fino o frágil, y de 40 vol si es más grueso o está en mejores condiciones. 

Recuerda que para los demás tintes fantasía no es recomendable mezclar con reveladores.
Personalmente, esta opción no me convence debido a los tonos que ofrece, pero admito que ¡debe ser la repera olvidarte del decolorante!. De todas formas, he leído muy buenas críticas de él.


¿Qué opinas tú? ¿Has probado alguno de éstos productos? Cuéntame tu experiencia y puede que me convenzas para cambiarme de bando :P
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Tintes fantasía. Pros, contras y consejos


Aquí voy a dejarte un par de consejos que harán tu vida un poco más fácil y que esta transición de lo normal a lo espectacular te resulte más llevadera. También voy a explicarte pros y contras de esta decisión. ¡Allá vamos!

Primero y súper importantísimo.

La decisión:

 foto: Lucie Kout

Asegúrate de que es lo que realmente quieres. Llevar el pelo con colores brillantes es un estilo de vida. Si quieres lucirlo adecuadamente requiere mucha dedicación y, no te voy a engañar, un desembolso de dinero que quizá no estás preparado para asumir. 
Olvídate de esas fotos de internet, con esos colores preciosos e ideales que parece que vayan a durar así para siempre. El color se va, las raíces crecen y hay días en los que desearías raparte y comprarte una peluca de carnaval para que así tenga siempre el mismo aspecto.

Si quieres un color perfecto, deberás tener muy claros y asumidos estos puntos:
- El decolorante será tu segundo novio. Porque no, NO puedes conseguir (de ninguna manera) un color así de vivo sin decolorar antes. Además, tus raíces van a crecer como mínimo un centímetro al mes y no puedes llevar un renglón negro que atraiga las miradas. Bueno, sí que puedes, pero tendrás que disimular diciendo que es un estilo ombre/degradado de los que se llevan ahora y desaparecer con un giro de melena despectivo.

- Dí adiós a tu pelo tal y como lo conoces. Vas a conocer a uno nuevo, sus necesidades van a cambiar, por lo que deberás cambiar su cuidado y tus rutinas.

- Asume que la decoloración y los químicos de los tintes resecarán tu pelo, que ya no tendrás un pelo fácil de mantener, por lo que si estás acostumbrado a lavarlo a diario, tendrás que hacer un esfuerzo y lavarlo como mucho dos veces por semana o buscar alterativas como el champú en seco.

- Esas duchas con agua calentita son historia. Si lo piensas bien, tiene su lógica: El agua caliente abre las cutículas y el color literalmente desaparece por el desagüe... Dos duchas y puf! Adiós al brillo.
Si eres como yo y te encanta salir de la ducha en modo 'tomate-maduro' te ayudará lavarte por partes: primero tu pelo con agua fría y luego el cuerpo con magma volcánico :)

- Despídete de lo 'limpio'. Tus toallas, paredes, almohadas, camisetas, e incluso tu nuca o tus manos y uñas... TODO lo que toques será ahora de ese precioso color que tanto te gusta (¡¡bieeen!! ^_^ ). Eso incluye no sólo tu casa, sino también hoteles o la casa de tus suegros.

- No te salvarás de teñirte mínimo una vez al mes y de mantener el color con retoques rápidos, poniendo una cantidad de tu tinte en el suavizante (ayuda a mantener el color mientras lo lavas) o tiñéndote un miércoles a las 11 de la noche (puedes dejar el tinte durante la noche y aclarar por la mañana).

- El agua será tu peor enemiga. Imagínate a ti, con el pelo de ese color X, en esa playa/piscina a la que vas siempre y sales cual Halle Berry en James Bond... o un sábado por la tarde en la calle y, de pronto... se pone a llover y no llevas paraguas...Prepárate a dejar un rastro colorido del que no podrás escapar. ¿Verdad que no habías pensado en eso? Pues pasará.

-Entiende que tu pelo será ahora tu hobby. Te estarás preguntando ¿y porqué la gente se tiñe de esos colores? Tanto dinero y sacrificio... ¿sólo por un color bonito?. Sí, hijo, sí. Algunos deciden gastar tiempo y dinero en tecnología o en deporte... yo decido gastarlo en mi pelo. Ese es mi hobby. 
Llevar estos colores no es fácil, pero te aseguro que todo eso vale la pena cuando te miras al espejo y ves que eres como quieres ser. Porque, admitámoslo, llevar colores estridentes le dicen al mundo -y a ti mismo- que vives la vida como tu quieres vivirla, que un simple color de pelo no te impide ser tú y que no te vale el ''es que no me atrevo''.

¿Ya has decidido teñir tu pelo de un color fantasía? ¡ENHORABUENA! ¡Eres de los míos!
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¿De qué va ésto? Me presento...


Si estás leyendo esto es porque te habrás preguntado ¿de dónde ha salido Belleza Irónica?. Pues bien... La historia empieza cuando me decidí por abrir un blog. 
¿Porqué iba a querer escribir algo de lo que millones de personas ya hablan en internet? ¿Qué me impulsa a compartir lo que habré leído o visto en tantos sitios diferentes? Pues seguramente lo mismo que impulsa a todos los demás:
Un punto de vista. Mi punto de vista.



Si buscas un blog de belleza donde cada semana haga reviews de productos carísimos, donde te enseñe los tres mil potingues que atiborran mi cuarto de baño, o te hable de lo maravillosa y perfecta que es mi vida, estás en el lugar equivocado. 
Soy una chica rara del 86 que ha crecido entre Barbies y pelis Disney, pero que ha acabado con un armario digno de Darth Vader y el lado oscuro y con el pelo de colores -ahora mismo turquesa-. Hete aquí la primera y gran ironía :)

Me considero bastante sencilla; aunque más que sencilla, práctica. Me gustan las cosas claras y que no se dé más vueltas de lo necesario, así que intentaré que esa sea la base en todos mis posts: sencillez y sinceridad. 
Me refugio bastante en el sentido del humor y reconozco que a veces puedo tener un punto macabro. Pero también tengo mis puntos dulces y coquetos... en fin, que soy una contradicción con todas sus letras.


En cuanto al nombre del blog, quería que fuese algo sencillo, cercano y que me representase. Hablaremos de belleza pero no de la belleza icónica sino de la irónica. Porque, sí amigos, este estilo hardcore y desaliñado ¡también cuesta aparentarlo!

No quería bautizar este espacio con algún nombre 'posh' y 'fashion' con anglicismos o parabras estupendas (perdóname pero, el crochet, por muy chic que suene, sigue siendo el ganchillo de la abuela). Ah! es que también soy titulada en Estilismo... acabo de encontrar la segunda ironía jajaja.

No estoy muy segura de lo que estoy haciendo, pero ¿qué más da? No pretendo nada con esto, simplemente dejar constancia de mi opinión o experiencia en según qué temas y, si puedo ayudar a dos o tres personas con lo que tenga que decir, ya me doy por satisfecha. Tendré un minipoder y seré feliz :__)

Espero que te sientas como en casa, charlando con esa amiga pesada que no para de hablar de bellecitas pero a la que quieres mucho... porque es ella *_* 
Lo admito! Un blog es una vía de escape cuando tu círculo de amistades ya está cansado de escuchar tus opiniones jajaja.

BIENVENIDOS!!
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