domingo, 30 de noviembre de 2014

Aceite de coco


Foto: Rebeca Divinedecay

Hoy os escribo para hablaros del aceite de coco.
Si te entretienes a buscar algo de información descubrirás que es uno de los aceites más versátiles que existen. Éstas son sólo algunas de las muchas propiedades que tiene:

- Es altamente hidratante, por lo que es excelente para mascarillas de cabello y para la piel.

- Ayuda a prevenir y eliminar infecciones.

- Puede usarse como colutorio o pasta dental ya que previene la placa y la gingivitis.

- Es excelente para cocinar. No se oxida al calentarlo y mantiene todas sus propiedades.

- Aporta vitalidad, estimula el metabolismo y ayuda a quemar calorías.

- Sus ácidos grasos pueden ayudar a personas con colesterol, pacientes de alzheimer o reducir las convulsiones en los epilépticos.



...Vamos, que visto así parece que comprar ese aceite es como tener la panacea universal.

¿Cuál uso? 


Desde que estoy con el Co-Wash, he estado buscando productos sin siliconas que me ayuden a hidratar el pelo, y ahora que estoy en esta fase de hierbas-lover voy probando con productos naturales para ver si dan resultado.

Decidí ir a la herboristería a por un bote pequeño para probar, -tampoco quería comprar 4kg por si no me gustaba- y encontré éste:



La chica, muy mona ella, me dijo que era aceite de coco sin refinar, totalmente orgánico y de primera prensada -es algo así como si tú mismo te hubieras subido al cocotero y hubieras hecho el aceite con tus manos- Eso se transforma en casi 8€ por 200ml, pero como estaba emperrada en probarlo lo compré.

Ella me dijo que lo usaba para cocinar; una cucharadita con el arroz blanco acabado de hervir le daba un toque buenísimo. Pero yo decidí llevármelo al baño y embadurnármelo por la cabeza. Así, sin más, como quien se suena los mocos con un billete.
Por cierto, tengo que probar lo del arroz pero con otro bote, que éste lo tengo sólo para el pelo. No me hace mucha gracia usarlo en la cocina cuando lo he cogido con las manos y algún que otro pelillo turquesa se ha quedado por ahí...

Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue abrir el bote para olerlo y sentí que una fuerza sobrehumana me obligaba a meter el dedo y probar un poquitín... madre del amor hermoso ¡qué olor más rico!. Menos mal que es comestible porque, si no, no sé quién me hubiera tenido que parar.
A parte de su olor ¡está super rico!. No tiene misterio; sabe a coco.

Su textura es como de cera rayada, pero cuando lo tocas se funde rápidamente entre los dedos y queda líquido.



¿Cómo lo uso?



Había leído que si tienes el cuero cabelludo graso no es aconsejable aplicártelo en todo el pelo, pero también leí que funciona como regulador de grasa y que incluso puede eliminar la caspa porque tiene propiedades anti-hongos y anti-bacterias así que decidí probar y me lo puse por todo de la siguiente manera:

- Te aconsejo que no apliques directamente del bote, frota el aceite entre tus dedos/manos para calentarlo si no quieres acabar con pelotillas blancas en el pelo y en el suelo del baño. Me pasó la primera vez y duele tener que tirar esos trocitos de ''oro blanco''. Hay gente que lo calienta al microondas o al baño maría, pero con el simple calor de tus manos creo que es suficiente, además, así no estropeas su composición con calor artificial (manías raras que tengo...mira)

- Con el cabello seco (el agua repele el aceite y no penetrará si está húmedo) y desenredado, masajea cada centímetro del cuero cabelludo con un poquito de aceite. Tardé unos tropecientos minutos, pero al final conseguí que estuviera cubierto.

Aplica en el resto del pelo con un masaje para que el aceite entre en el pelo y peina. ¡Es una pasada lo bien que se peina!.

- Un moño y a la cama con una toalla encima de la almohada.

La primera sensación fue super agradable, tanto por el pelo que parecía que se estaba atiborrando a nutrientes nada más tocarlo, como por el olorcito a coco.

Tengo que admitir que cuando me lo puse parecía que estaba en Hawaii con una piña colada y un floripondio en la oreja, pero cuando llevaba media hora con eso en la cabeza me empecé a agobiar por el olor. Tanto que me llegué a sentir empachada y me notaba la cena en el cuello.
Pero bueno, es muchísimo mejor este olor que el de la mascarilla de huevo (yo es que con el olor de huevo no puedo).
Además, las manos me quedaron escandalosamente suaves y aproveché lo que me había quedado en ellas para restregarlo por la cara y el cuello (¡que no se tira nada!) y creo que he encontrado el ingrediente perfecto para una mascarilla hidratante casera porque no deja sensación aceitosa y se absorbe de maravilla.




Por la mañana, cuando me desperté, me duché como de costumbre. Te aconsejo que laves el pelo dos veces para eliminar cualquier resto de aceite.

Sólo en la ducha ya noté el pelo más grueso, no absorbió tanta agua (imagino que porque ya estaba lo suficientemente hidratado) y tardó muy poco en secarse. Una vez seco no parecía el mismo. Suave, desenredado y suelto.
Lo mejor es que también he notado que esas heriditas que tenía en la parte de la nuca se me están curando.
Una maravilla hoygan :D
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domingo, 28 de septiembre de 2014

Experiencia Co-wash: He dejado de usar champú





Lo que oyes. 
Hace 2 meses que no uso champú. Qué fácil es escribirlo y qué difícil decírselo a alguien en persona sin que te mire raro.

¡No te asustes! mi pelo no está como si lo hubiera metido en una freidora, como diría mi amiga Ione para referirse al pelo grasiento. ¡Está limpísimo! y si no te lo hubiera dicho, seguramente ni te habrías dado cuenta al verme.

Voy a explicarte de dónde me viene esta locura:

A principios de agosto estaba tranquilamente en Pinterest y vi que alguien había compartido una foto donde hablaban de los trucos del co-wash. 
Como soy una cotilla quisquillosa y sabelotodo, no podía permitirme el desconocimiento de semejante palabro, y si habían hecho una lista debía ser algo bastante conocido... ¡es como encontrarte 10 consejos para parecer más delgado y no querer saber qué es!.
Cuando empecé a leer, no podía creer que hubiera alguien que lo hiciera, y mucho menos, ¡tanta gente!


¿Qué es el co-wash? 


Viene de Co-nditioner Wash-ing, o lo que es lo mismo, sustituir el champú por acondicionador.
Increíble -pensé- ¿te ha pasado alguna vez estar en tu mundo mientras te estás duchando y coger el acondicionador por error? Esa sensación de ''¡Puaj! ¡¿dónde está mi espumaaa?!'' No podía dejar de pensar en eso. 
Pero la curiosidad pudo más que yo y seguí investigando.

Busqué en foros y blogs a gente que lo hubiera probado -básicamente chicas. Imagino que éstas guarrerídas obsesivas sólo pueden ser idea de una mente retorcida como la nuestra (a lo largo del post te darás cuenta de porqué lo digo) y después de leer varios blogs, me encontré con opiniones de todo tipo:
- unos decían que era lo mejor que habían probado
- otros que lo comparaban con ponerse desodorante sin haberse duchado (esta me hizo mucha gracia)
- a algunos les había ido bien las primeras veces pero a la larga el pelo se les engrasaba y abandonaban
- y gente que sólo lo hacía una vez al mes.

Vaya... opiniones diversas. Qué sorpresa. 


¿A quién va destinado?

En principo éste método lo popularizaron chicas con el pelo rizado y afro, ya que es el tipo de pelo más difícil de tener bajo control.
Ahora se ha extendido su uso y lo usa cualquier persona que no esté contenta con su pelo o con su rutina.

Si has llegado a un punto muerto con tu pelo y te da la sensación de que todos los productos que usas hacen el mismo efecto, prueba el co-wash.



¿Cuál es la finalidad de eliminar el champú?


La respuesta te la explica ésta blogger en su famoso artículo (acapulco70) de una manera muy clara y amena. Recomiendo que te lo leas si tienes tiempo. 
Si no, aquí va un resumen muy a lo bruto:

- La finalidad del champú es disolver la grasa del pelo (porque ella sola no se diluye en agua) y uno de los ingredientes que lo consigue es el lauril sulfato de sodio; un ingrediente muy barato que usan las empresas cosméticas y que crea mucha espuma.

- Asociamos la espuma a limpieza, con lo cual, creemos que el champú limpia en profundidad, pero el sulfato es tan irritante que es considerado un corrosivo. Por eso, si te entra champú en los ojos, es cómo....





- Para contrarrestar eso, añaden otros ingredientes que te ''adormecen'' la piel y los ojos para que te duela menos (aunque te dañe lo mismo).

- El champú contiene además, sales, detergentes y alcoholes que restan humedad a tu pelo. Así que para compensarlo y controlar el encrespamiento, tienes que usar acondicionadores. Y la gran mayoría de ellos, llevan siliconas.

- La finalidad de las siliconas es crear una película que sella la cutícula del cabello y evita que la humedad salga. Aparentemente le dan un aspecto mucho más suave a tu pelo, pero esa película también evita que la humedad entre, con lo cual estás interrumpiendo el intercambio de aire y lo asfixias.


Foto: cabellosypeinados.com


- Las siliconas generalmente no son solubles al agua. Algunas incluso son tan pesadas que la única forma de eliminarlas es con un detergente: el sulfato que contiene el champú.
Así que estropeas tu pelo con el champú y lo ''arreglas'' con el acondicionador, pero éste deposita restos en tu pelo que sólo se quitan con el champú. El ciclo es redondo.

-  Y ya para más inri, hay detergentes que no son compatibles con según qué siliconas, por eso cuando una marca de champú te dice que uses el acondicionador de la misma marca lo está diciendo en serio.

- La solución que se propone es lavarse el pelo sólo con acondicionador (así evitas los efectos corrosivos del champú). Pero no sirve cualquier acondicionador, tienes que comprobar que no contenga siliconas en sus ingredientes para no acabar con una capa de plástico acumulado en el pelo. 



Mi experiencia

Cuanto más entraba en el tema de las siliconas, más miedo me daba a mi misma, porque siempre me han dado rabia las personas que leen todas las etiquetas en el super antes de comprar -ya sea para leer los ingredientes o para contar las calorías-, o esas que intentan convencerte de que las industrias cosméticas o farmacéuticas son satán, que todo lo que hacen produce cáncer, pero la verdad es que ese círculo vicioso del que habla, por lo menos da que pensar.

Así que ahora me he convertido en una lee-etiquetas (sí, me acabo de inventar el nombre) y paso unos 15 minutos en cada sección de perfumería de los supermercados. En parte también porque ponen los ingredientes a letra tamaño menos-dos (¡ni una pizca de compasión por los que no ven!). Así que si eres cegarruto, llévate las gafas porque vas a flipar.



¿Qué buscar cuando vas al super?

Vas a encontrar millones de sitios web donde te escribirán caaada nombre de caaada silicona con su correspondiente enlace a Wikipedia para que puedas comprobar cada una.
Pero como yo no quiero sacarme un máster y, la verdad, la química me la suda bastante, te lo voy a poner fácil porque todo esto tiene su intríngulis.

Al principio no era capaz ni de leer el nombre de lo que se suponía que no debía tener. Leía las tres primeras letras, luego mi cerebro producía un ruido parecido al balbuceo de un bebé, y luego las tres últimas letras, por eso te voy a dejar mi super-tabla resumida;


Lo que hago cuando cojo un acondicionador, primero es mirar que sea de los de litro. Ya habrás intuido que se usa algo más de producto porque no hace tanta espuma y si vas a tener que pagar 3 o 4 euros cada semana, como que no vale la pena....entonces, la cosa se resume en:

- Acondicionadores GRANDES Y BARATOS. Los familiares de marca blanca suelen ser los mejores.

- Huye de ingredientes con sufijos -cone -conol -oxane. Aunque no todos los que acaban así son siliconas, yo los descarto igualmente (a no ser que quieras memorizar el ingrediente y buscarlo en internet).

- La Amodimethicone (Amodimeticona) sí es una silicona, pero no es del todo mala. Si buscas información verás que es una silicona ligeramente soluble en agua. Eso, en cristiano, significa que puedes eliminarla con agua sólo cuando en la composición aparecen dos ingredientes más: Amodimeticona (y) Trideceth-12 (y) cetrimonio Cloruro. Si no están estos dos compis, descártalo.

- Este artículo te lo explica todo más extensamente.

¿Ves porqué decía que esto sólo puede ser cosa de mujeres? No contentas con tener mil productos diferentes para una cosa, ahora también nos complicamos con nombrecitos...
Te seré sincera. Todavía me da miedo tomarme esto demasiado en serio porque ya he aprendido a pronunciar correctamente 'amodimeticona' y a diferenciar las siliconas solubles y las no solubles en agua, por eso intento no sacar mucho el tema en público y que no crean que soy una ortoréxica :P



¿Cómo lo lavo?

Cuando me decidí a probar, recordé que hacía años infinitos que en la repisa de mi bañera no había acondicionador, porque lo había sustituido por las mascarillas, pero daba la casualidad de que tenía el acondicionador familiar de mercadona porque lo había comprado hacía poco para diluir mi tinte fantasía.
Así que ese mismo día decidí que iba a pasarme al lado oscuro. Como dice Acapulco70, si no te convence, es tan fácil como coger un poco de champú y lavarte la cabeza como siempre.

No cometas el error de pensar que es lo mismo que lavarte con champú..nts..nts..

- Tienes que usar más cantidad. Para hacerlo bien deberías ir poniendo pequeñas cantidades, no más grandes que un garbanzo, alrededor de todo el cuero cabelludo. Yo soy menos ceremoniosa y lleno mi mano entera con acondicionador y lo voy repartiendo. Es mucho más fácil si lo haces cabeza abajo, puedes meter mejor los dedos entre el pelo para llegar al cuero cabelludo y no se te queda todo el producto en los medios. Para mi media melena uso de dos a tres puñados.

- Deja reposar el acondicionador un minuto antes de empezar a frotar. Eso permite que la grasa del pelo sucio se empiece a diluir. Pero no te estreses porque no vas a conseguir la espuma de un champú.

- Emulsiona. O lo que es lo mismo, ve agregando puñaditos de agua poco a poco. Frota (hazlo con cariño, no me seas bruto/a) y agrega otro puñadito de agua, verás como poco a poco se va formando una espuma que limpia. Te dejo una foto para que veas que no te miento. (El tono azul es por mi tinte)



-Aclara con bastante agua tibia, tirando a fría (más o menos unos dos minutos) y seca al aire.

Cuando acabé de lavarme fui corriendo al espejo esperando encontrar algún milagro y me sorprendí, pero no para bien.

El pelo estaba limpio, eso no podía negarlo, estaba sorprendentemente limpio, pero también estaba raro. ¿Sabes cuando intentas peinarte con el pelo mojado y se te enreda mucho? ¿Cuando no puedes pasarte ni los dedos porque se quedan enganchados y no resbalan? ¿Esa sensación de que necesitas urgentemente un serum para poder peinarte sin romper algún mechón? Eso es lo que sentí.


Me decepcioné un pelín, pero como estaba limpio pensé ''bueno, a ver qué pasa cuando se seque''. Y cuando se secó me quedé ojiplática.

- No te negaré que lo veía un poco más encrespado de lo habitual, pero pensé que era normal; tantos años atiborrándolo a siliconas, tendría que acostumbrarse a respirar.
- Estaban suaves, muy suaves.
- Podía pasar los dedos sin miedo a engancharme demasiado.
- Todavía no me creía que el acondicionador limpiara así.

Convencida. 

Entonces pensé: ''oh! tendré que leerme las etiquetas de todos los productos!'' Si el objetivo es eliminar las siliconas del pelo para no asfixiarlo, no serviría sólo con quitar el champú y eliminar las siliconas del acondicionador, también tendría que eliminarlas de mis mascarillas, mis sérums, mis reparadores de puntas, mis protectores de calor... Pensé que lo del co-wash o se hace o no se hace.

Y adivina qué... ¡todos llevaban siliconas! No pude salvar ni un triste producto (ni siquiera ese aceite de peluquería que me había costado medio riñón..snif...snif...


Ahora que lo pienso, ¡menuda cantidad de porquería tenía en el baño! ¿En serio necesitamos todo eso? En fin.... la cuestión es que mi hermana se fue con una bolsa cargada de botes a medio acabar y algunos incluso sin abrir y yo con el baño despejadísimo. Daba penita y todo.



¿Qué productos uso ahora?

Los productos que uso actualmente para lavar y cuidar mi pelo se reducen a 3...bueno, va, 4:

- ACONDICIONADOR FAMILIAR DELIPLUS (MERCADONA)
Precio: 1€






Suelo usarla para diluir mi tinte o para lavarme el pelo justo después de teñirme. Mi tinte Directions no lleva siliconas, (por si no fueran ya lo suficientemente perfectos).
El olor de este acondicionador no está mal, pero no es de mis favoritos.

Si miras sus ingredientes verás que contiene Amodimeticona, que es una silicona, pero como he dicho antes, va acompañada de sus dos compis, así que no hay problema...es apta :)
Los ingredientes que vienen después acaban en -one (que no en -cone) y el primero es un bactericida, el segundo un conservante y el Linalool es un aroma floral.
Como ves, no todo lo acabado en -ol o -one son siliconas, así que no descartes a la primera.


- ACONDICIONADOR FAMILIAR EROSKI
Precio: 1€





Es el que uso día sí y día no para lavarme el pelo (siempre de la forma que te explico arriba). Huele tremendo, como a manzana, y a mí me chiflan los olores afrutados. Y no lleva NINGUNA silicona.
**TRUCO: En todos los productos, los ingredientes están colocados por proporción en la mezcla; es decir, que hay más cantidad de los ingredientes que aparecen al principio que de los que aparecen al final de la lista de ingredientes.**

- MASCARILLA DE KARITÉ Y MIEL Le petite Marseillais
Precio: 6€




Cuando usé por primera vez el acondicionador de Eroski junto con esta mascarilla fue un ''total win for the power of the lord of the silicones''. Huele a lo que es, a miel, y enseguida que te lo pones notas como si el pelo engordara. Lo mejor es que, como fanática de las mascarillas me costaba renunciar a ellas con el co-wash porque todas llevaban siliconas, pero ¡ésta no!
Es un poco cara pero cunde de lo lindo. La combinación perfecta.

- ACEITE DE ALMENDRAS DULCES O ACEITE DE OLIVA
Hay días en que mi pelo está un poco más rebelde y pide un serum, pero como había descartado todos los que tenía, probé con el aceite de oliva. Si funciona para las mascarillas caseras, también debería hacerlo como reparador de puntas. Y funciona.
Aplica sólo dos gotitas, lo justo para que te brillen las manos (queremos hidratar, no ensuciar) y frotalas enérgicamente para repartir el aceite y calentarlo. Después aplica en las puntas con un masaje y reparte bien.
Si quieres ser un poco más fina puedes usar aceite de coco o de almendras.



Resultados

Después de dos meses he tenido suficiente tiempo para experimentar si había algunos efectos que no me gustaran, pero tengo que decir que 
me quedo con el co-wash.


Te dejo una foto del antes y después de mi pelo para que juzgues por ti mismo


En las dos el pelo está recién lavado.
Antes (izquierda) tenía el pelo como apagado y lacio aún llevando mascarillas y sérum. 
La foto de la derecha es reciente y, aunque en ninguna de las dos llevo ni planchas ni secador, puedes ver como el co-wash me saca el ondulado natural de mi pelo y se ve con más peso.


Cosas que he leído y que a mí no me han pasado

- El pelo se me engrasa más
Después de este tiempo, no he notado que el pelo se me engrase o que a la larga me haya hecho caspa. Quitando una vez que no me lo aclaré bien y tuve picor en el cuero cabelludo durante unos días. Por eso es importante aclarar bien.
Te aconsejo también que el acondicionador que uses no sea muy denso o hidratante, esos no funcionan como sustituto del champú porque añaden demasiado peso.

- Me dura más tiempo limpio
Por el contrario, tampoco he notado que pueda estar más días sin lavarlo. Tengo que lavarlo día sí y día no. Un punto a favor es que ahora puedo hacerlo sin miedo a que el tinte se me vaya más rápido.

- Tardo más en lavarme el pelo
Al principio tardas un poco más porque estás pendiente de todo lo que haces y vas con más cuidado, pero a la larga tardas lo mismo. Yo ya lo hago automáticamente y no tardo más de diez minutos en lavarme el pelo.

- El pelo se me cae menos
Tampoco he notado que se caiga menos (ni que tenga menos enredos). Igual.

- Gasto mucho suavizante y no me sale a cuenta
Un litro de acondicionador cuesta un euro y me ha durado unas tres semanas, así que en dos meses he gastado tres euros. En proporción, el champú es más pequeño y cuesta de 2 a 4 euros. De ahí que recomiende esos acondicionadores.
Evidentemente si usas uno de marca te va a salir más caro, pero tampoco necesitas embadurnar todo el pelo, basta con que limpies el cuero cabelludo, que es donde está la suciedad. Los medios se limpian frotándolos (o apretándolos como hago yo) suavemente con la espuma que va cayendo.


En fin. Eso es todo lo que he podido resumir de un tema que da para un blog entero. Si te animas a probar te aseguro que, por lo menos, verás con otros ojos esos acondicionadores de litro, arrinconados en los bajos de las estanterías del super y que parece que sólo compran las abuelas.
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viernes, 5 de septiembre de 2014

Tintes fantasía: Colores pastel

Hasta hace un par de años, llevar el pelo  de colores era cosa sólo de unos cuantos atrevidos y casi todos éramos jóvenes y relacionados con la estética alternativa; góticos, visuals, emos, punks, etc. (qué poco me gustan esas categorías, pero ¡es lo que hay! ¡Somos estereotipos andantes!)

Ahora, con el boom de los degradados y los colores pastel, ya no es raro ver a chicas ''normales'' o incluso mujeres de negocios de mediana edad con un pelo rosa o con peeckaboo's de colores (¿has visto qué palabra más guay para decir mechas grandes? Soy lo más).
No me malinterpretes, ¡me encanta que esté de moda el color! Además, está bien que se haya roto el estereotipo de pelo pintado y que ahora pueda verse desde un punto de vista más abierto.


Aunque los colores más populares en estos tonos son el rosa y el lilac (un lavanda/púrpura muy claro), cada vez se ven más los azules o verdes; así que voy a englobar todos los colores en este post porque, al fin y al cabo, el procedimiento es el mismo.
A pesar de que el color plateado/gris lo considero un tono pastel, he tenido dilemas de si incluirlo porque se consigue de otra forma diferente, así que al final he decidido que lo trataré en este post a parte para no liarnos.



¿Queda bien en cualquier tipo de pelo? 

Sí. Da igual si lo tienes rizado, ondulado o liso, el color no va a cambiar por la forma, sólo con el color que tengas de base. Eso significa que si tienes una base oscura va a ser más complicado llegar hasta cualquiera de estos tonos, pero no imposible. Es por eso que normalmente, quienes se atreven con ello, son personas de base clara (rubias), porque el lienzo ya está casi preparado.



¿Cómo se consigue ese tono?

Creerás que es muy difícil conseguir un tinte de ese color porque rara vez lo habrás visto a la venta (de momento no te los vas a encontrar en un supermercado), pero en realidad es más fácil que preparar tu pelo para teñirlo.

Para llevar un tono pastel como en las fotos de arriba, intenso y brillante, tienes que tener una base prácticamente rubio platino -blanco sería lo ideal- . Y lo digo en serio. Si no es así, el color no se te quedará y corres el riesgo de parecer una macarra descuidada de los 90 en lugar de una delicada muñequita.
Puedes aplicarlo sobre un platino o sobre un rubio muy claro, pero no sobre un dorado o un castaño porque lo único que conseguirás es ensuciar tu color o directamente, nada. 
Por ejemplo, un rosa interactuará con el amarillo de tu base dorada y se convertirá en un rubio con tonos melocotón, por eso recomiendo que, si puedes, matices antes
Si tienes un castaño directamente ni lo intentes.
Puede que, aunque seas rubio claro natural, necesites una decoloración ligera para abrir las cutículas y que tu pelo absorba el color.



En cuanto a cómo conseguir el tinte, hay varias formas:

- Cómpralo hecho: Con el auge que están alcanzando los tonos pastel, ahora no te será difícil encontrar alguno. Incluso hay marcas de tintes semi-permanentes como los que siempre recomiendo en mis otros posts (Crazy Color, Directions, Manic panic o Stargazer) que ya han incorporado estos tonos a su carta de color. 

También los encontrarás en marcas como Pravana, con esta gama:


o marcas como Fèria que ya cuentan con tonos lilac, rosa y melocotón:



- La segunda manera, y siempre es mi favorita, hazlo tú mismo: 
Es una buena opción si quieres controlar el grado de intensidad del color pastel si no te convence el que ya venden. Puedes hacerlo también de dos formas distintas:

Comprando un diluyente especial de color, como éste de la marca Manic Panic. Simplemente añadiéndolo al tinte fantasía que elijas, por ejemplo, a un magenta para conseguir el rosa.  


Pero hay otra alternativa más barata.
Diluir un tinte intenso con acondicionador.
Ten en cuenta que un color pastel, de por sí, es un color que se mezcla con blanco para suavizar la saturación de pigmento, entonces, lo único que te hace falta es una base blanca a la que aplicar ese pigmento. Y el acondicionador es perfecto para eso.
Compra uno barato porque vas a necesitar bastante (pero mira bien que sea de color blanco). Los de litro familiares de toda la vida van estupendos.
Y para colmo de la racanería, te diré que yo he hecho un color pastel incluso con los sobrecitos de acondicionador que vienen en las cajas de tinte del super. Porque yo lo valgo.
Presta mucha atención que sea un tinte semi-permanente, los que necesitan reveladores (como los tintes o baños de color de supermercado) no te van a servir para esta técnica.


¿Cómo lo hago?

- Primero consigue un rubio platino. Yo te recomiendo que vayas a un profesional porque es muy complicado conseguirlo en casa a no ser que tengas muchísima paciencia.

- Segundo. Compra el acondicionador- o el pastelizer de Manic Panic- y un color que te guste, aquí te dejo una tabla que he hecho de orientación para saber cuáles necesitas para hacer cada color pastel. Los he hecho con la marca Directions, que son los colores que más controlo porque son los que más he usado, pero puedes usar esta tabla como referencia con otras marcas:



Te he puesto el color más oscuro arriba (porque así vas a tener más tinte para hacer más aplicaciones), pero podrías conseguirlo partiendo de una base intermedia. Por ejemplo, el Atlantic Blue tiene su versión más clara, el Lagoon Blue, y conseguirías un tono prácticamente igual.

También puedes conseguir diferentes tonos con diferentes tintes (lógica aplastante). Es decir, que con el Apple Green será un verde más amarillo, mientras que con su hermano, el Alpine Green, tendrás un verde más azulado.
Igual pasa con el rosa: con el Poppy Red conseguirás un rosa más cálido y con un Carnation Pink sería un rosa más frío. Es muy fácil, sólo tienes que saber ver la base de cada color y sabrás cuál vas a conseguir.
También puedes mezclaros entre ellos si no encuentras un color específico. 


- Tercero. Dilúyelo. En un recipiente pon bastante acondicionador. Calcula la cantidad como si sólo tuvieras que ponerte eso para cubrir todo tu pelo, porque si te quedas sin mezcla va a ser muy difícil conseguir el mismo tono. Ahora añade una puntita minusculísima - menos que un garbanzo- del color que has elegido. Mezcla bien y pinta sobre un papel blanco para ver mejor el color. Añade más tinte si crees que te ha quedado muy claro o más acondicionador si te ha quedado muy oscuro.
¡Remueve bien! intenta que no te quede tinte en el pincel o grumos de color en la mezcla.

- Cuarto. Aplícalo y déjalo actuar todo el tiempo que puedas (hay gente que incluso duerme con él). Vas a tener una parte muy pequeña de tinte en la mezcla, por lo que te recomiendo que dejes que se adhiera todo lo posible a tu pelo.

- Quinto. Aclara con agua fría y listo. No te hará falta acondicionador...¡porque ya te lo has puesto!



¿Cómo lo mantengo?

No te mentiré, llevar el pelo pastel es todavía más sacrificado que llevarlo de un color vibrante. El color es mucho más suave y se va más rápido, pero si sigues éstos consejos lo mantendrás durante algo más de tiempo:

- Si al acabar de teñirte notas que te ha quedado demasiado intenso, puedes aplicar acondicionador solo y dejarlo actuar una hora, eso suavizará el tono. Si no es suficiente, puedes ir lavándolo cada día hasta que consigas el color que quieres.

- Para sellar el color al acabar de teñirte, aclara con agua y vinagre a partes iguales. El ácido del vinagre sellará la cutícula y perderás menos color con los lavados. Si te preocupa el olor, prueba con el vinagre de manzana. Es más suave.

- Intenta lavarlo menos. Y cuando lo hagas, usa champús sin sulfatos y agua fría. Te ayudará también poner un poco de tinte en el acondicionador para cuando te lo laves. No te pases o el color será demasiado fuerte.

- Cuando te crezcan las raíces, decolora y matiza para eliminar el amarillo. Luego tiñe todo el pelo junto para conseguir un color uniforme.

- Puedes encontrar productos específicos para cabellos coloreados de la marca Overtone. Esta marca es una pasada, tienen productos para cada tipo de color y según las críticas que he leído son muy recomendables para mantener el color pastel.

Si todavía no estás preparado para llevar y mantener un color pastel permanentemente, otro truco es usar sprays o tizas de colores. Puedes comprar las que vienen hechas o comprar tizas pastel en cualquier tienda de arte. Simplemente humedece el pelo que quieras pintar, frota la tiza y deja secar al aire. El color se irá en un lavado, así que es ideal para una ocasión especial..eso sí, no vayas a una fiesta en una piscina ;)

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domingo, 31 de agosto de 2014

Eliminar el tinte negro

Cuántos de nosotros habremos pensado ''me vería genial de moreno'' y luego, cuando te lo pones piensas ''¡Hola Morticia!''.


Sí, Soy yo :)

A mí me gusta este color, creo que es uno de los más fáciles y más agradecidos que hay. Incluso parece que tengas más pelo y más grueso. Pero una tiene el color en el alma y cuando me decido a quitármelo es cuando me entran todos los males.

Si llevas tinte negro, debes saber que, junto con el rojo, es uno de los más difíciles de eliminar. Sus fases de decoloración son muchas y debes hacerlo despacio y espaciando las aplicaciones para no quemarte el pelo.

Te voy a proponer dos maneras de eliminar el negro:
La primera es el método más conocido y el que usé yo; la decoloración. 
La segunda es el eliminador de tinte o recuperador del color natural.

Con decoloración:


He rebuscado en mis fotos para enseñarte ese proceso y he sido incapaz de encontrar alguna que pueda servir. Pero aquí te dejo una referencia con tés (sí, tés. Viva yo jajaja) para que sepas por qué colores vas a pasar si quieres quitarte el color negro (esta referencia sirve tanto para un método como para el otro):



Foto: teapeople

Cuando hace mucho que llevas un tinte negro, la primera vez que te decoloras te queda del color de la taza de la izquierda. Es decir, que parece que no has hecho nada.
Pero recuerda que cada decoloración debe ir en relación al siguiente tono de té, dejando un espacio de unas dos semanas entre cada uno para que el pelo pueda recuperarse. No quieras correr demasiado y saltarte un tono de golpe dejando que el decolorante actúe más tiempo. 
Hazlo despacio e hidrata tu pelo todo lo que puedas mientras dejas que se recupere para que esté lo mejor posible para la siguiente aplicación.

Llega un punto que tu pelo no queda blanco, sino amarillo, por eso, el último tono se conseguiría únicamente con un matizador.

También te va a pasar que vas a tener más de un tono a la vez; las puntas del tono 2 y la raíz del 3 por ejemplo. Y si eres tan ''pro'' como yo puede que ¡los consigas todos al mismo tiempo! ¡Ten points! :P
Eso sucede por el simple hecho de que tu pelo va acumulando capas de pigmentos y los va absorbiendo. Cuando decoloras, vas quitando capas de tinte. Fíjate que siempre vas a tener las puntas más oscuras que tu raíz, porque allí es donde más acumulación de pigmento hay. 

¿Porqué te digo esto? Porque por eso debes ir despacio o lo único que conseguirás es quemar tu pelo.

Compra decolorante profesional. Yo me acerqué a una peluquería a preguntar y en la primera me dijeron que no me lo vendían. En la segunda les costó un poco más y me miraron en plan ''y porqué no pides cita y te lo haces aquí?''. Al final me vendieron una cantidad suficiente para todo el pelo y me hice la primera decoloración en casa, pero al ver los resultados me dí cuenta de que si vas a quitarte el tinte negro, vas a necesitar mucho decolorante (y cuando digo mucho, quiero decir MUCHO). 
Compré un bote grande de polvo azul y un litro de oxigenada de 40 vol. por internet y apliqué varias veces dejando que el pelo se recuperara. 
Si tienes mucho pelo, quizás necesites más de un bote de cada para conseguir quitar bien el color.

Yo lo hice así y me funcionaba...hasta que un día me iluminé por la gracia del señor y, en mi infinita sabiduría, pensé que ya tenía un tono suficientemente claro como para dejar actuar un poco más el decolorante.
¡Mec! Error.



Cuanto más claro está tu pelo, más frágil es, así que es cuando más atención debes prestarle.
Lo ideal sería que empezaras con decolorante y oxigenada de 40vol, y cuanto más claro lo tengas, menos oxigenada necesitas (incluso hasta 20vol para una decoloración muy suave).

Puedes consultar la primera parte de este post para ver más consejos.


Con eliminador de color:



Últimamente me he dado cuenta de que se está usando mucho el arrastre de color, el eliminador de tinte o el recuperador de color. 
Como no entiendo muy bien de qué va ésto porque a mi me parece prácticamente lo mismo que una decoloración, he buscado información y he descubierto que, aunque el método se parece, es menos agresivo.

Lo que hace el eliminador de color es quitar las capas de tinte que has AÑADIDO a tu pelo. Así pues, este producto te funcionará si has teñido tu pelo de un color igual o más oscuro que tu color natural. Si eres castaña y te has teñido de negro, te funcionará. Pero si eres castaña y te has decolorado para teñirte de rojo, lo único que conseguirás con este producto es quitar el rojo y ser rubia, no te devolverá tu castaño. Eso es porque la decoloración entra en tu pelo para sacar tu color natural y aclararlo, así que esos pigmentos ya no están en tu pelo y el recuperador de color no puede devolvértelos.

Antes te he puesto la referencia de tés para que vieras los tonos por los que vas a pasar. Pues bien, con éste producto pasa exactamente lo mismo. Tendrás que pasar obligatoriamente por los tonos anaranjados.

La única diferencia entre estos dos métodos es que el arrastre de color no toca tu color natural. Pongamos por ejemplo que quieres quitarte el negro y ya tienes una raíz de 2 cm. Con la decoloración, esa raíz se volverá amarilla, mientras que con el eliminador, esa raíz seguirá de tu color natural.

Aquí te dejo una marca que puedes comprar en Carrefour por unos 15€. Hay para tonos oscuros y claros dependiendo de cuántos tonos quieras recuperar.


En definitiva, yo soy un poco camicace y voy por neuras con mi pelo, pero si eres mínimamente sensato, piénsatelo bien si quieres teñirte de negro porque no va a ser fácil cambiar de opinión.

Espero que te haya servido mi experiencia y, como siempre, si tienes alguna sugerencia y/o pregunta puedes dejar un comentario.



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miércoles, 27 de agosto de 2014

DIY Cartel marquesina

Seguro que has visto más de una vez esos carteles antiguos como los de circo o los de cabaret. O algún tutorial en inglés donde alguien los hace desde cero con cuatro cartones y unas luces que aquí, en España, son difíciles de encontrar o valen una pasta.
Yo quería un cartel de esos, pero no quería pagar (ni trabajar) más de la cuenta.

Te voy a enseñar cómo he hecho mi cartel. Fácil y por menos de 50€.




Primero, tenía claro que no iba a hacer yo misma las letras.
Para que queden bien y con aspecto profesional se necesitan unos conocimientos mínimos de dibujo técnico, unas buenas herramientas y habilidad quirúrgica con el cúter.
Yo no tengo nada de eso, así que compré las letras que necesitaba en Amazon y me dejé de tonterías.
Te voy a dejar el enlace dónde las compré (recuerda que ahorrarás en gastos de envío comprando a un sólo vendedor). Para encontrarlas, escribe ''letter'' en el recuadro donde dice ''Search for other products from this seller:''

Las que elegí miden 20,5 cm y cuestan unos 2'20€ (1'74 libras) cada una. Además compré también un bote de purpurina negra de 110g que me costó unos 5,85€ (4'66 libras).

Recomiendo que antes de comprar en Amazon, te acerques a una tienda de arte que tengas cerca, muchas veces creemos que lo que venden en internet es más barato pero no contamos con los portes y la mayoría de las veces lo tienes más cerca y más barato, pero no te das cuenta. Además, ¡hay que apoyar a los negocios locales!

En mi caso, no encontré ni letras tan grandes ni purpurina negra a un precio razonable. Tenía que comprar botes pequeños y se me disparaba el precio.
Me llegaron más o menos en una semana y en perfecto estado. Muy bien embalado todo.

¡Ya estamos listos para empezar!

Necesitas:
- Las letras que quieras para tu cartel
- Pintura acrílica tipo tempera
- Un pincel
- Purpurina
- Cola blanca
- Un lienzo de la medida que necesites para que quepan tus letras (asegúrate de que tenga profundidad).
- Luces de navidad (las mías son de los chinos y me costaron 3'75€)
- Una bolsa de plástico
- Cúter y tijeras
- Celo o cinta americana
- Una regla
- Paciencia :)

1. 
Empecemos por pintar las letras. Yo lo hice con un pincel y con unos acrílicos que tenía en casa muertos de risa.
Diluye la témpera con agua para que sea más fluida y más fácil de aplicar. No hace falta que queden perfectas, porque luego las vamos a cubrir con purpurina, pero yo quise asegurarme dando dos capas para que no quedaran aguas. El papel maché con el que están echas las letras absorbe bastante y, cuando se seca pueden quedar zonas que no estén bien cubiertas.



2.
Una vez que se haya secado la pintura por completo, cúbrelas enteras con cola blanca, también diluida en un poquito de agua -más o menos 3 partes de cola por una de agua- y pon cara triste por creer que estás destrozando tus letras. No te preocupes, la cola queda transparente cuando se seca.



3.
Con la cola aún húmeda, mete la letra en la bolsa de plástico -con cuidado que no se pegue mucho en los bordes- y tira purpurina dentro. Bastante... ¡como si la regalaran!.
Sacude la bolsa para que la purpurina llegue a todos los rincones y saca la letra para que se seque.



4.
Aquí tuve un punto de inflexión. Quería dar otra capa de cola blanca encima para sellar la purpurina y que mi casa y básicamente, yo entera, no pareciéramos salidas de un cuento de hadas, pero hice una prueba en un trocito de cartón -por suerte- y vi que la cola encima de la purpurina le quitaba todo el brillo, así que descarté la idea (si se te ocurre algo para sellarla, estaré más que agradecida si comentas).


5.
Con un cúter corta la parte de atrás. ¡Asegúrate bien que no estés cortando el frente o tendrás letras al revés!. Ten cuidado con tus manos, el cartón está bastante duro y se te puede escapar.
Yo he dejado algunos espacios sin cortar para poder tener una base y pegar después la letra al lienzo.



6.
La parte más complicada puede que sea ésta: Los agujeros para pasar las luces.
Si eres como yo y te agobias midiendo, dividiendo y calculando, te bastará con hacerlo un poco a ojo... así que sólo debes tener en cuenta que no te queden dos luces muy juntas y que estén más o menos centradas y alineadas en la letra.
Te puede ayudar pegar trocitos de celo antes de hacer los agujeros para ver si quedan más o menos repartidos y agujerear luego con la punta de las tijeras antes de quitar el celo.
No te emociones con las tijeras o las luces no se aguantarán. Más vale hacerlo pequeño y tener que agrandarlo luego.
Si te equivocas con la distribución de alguno, como hice yo, sólo pégale un trozo de cinta aislante por la parte de dentro para que no salga la luz y se note. Por la parte de fuera casi no se verá si no es muy grande.



7.
Prepara el lienzo en el suelo y coloca las letras encima ¡pero no las pegues todavía!, sólo vamos a marcar. Como te he dicho, me agobio calculando distancias (nadie tiene tiempo para eso), así que sólo medí la distancia desde el borde de abajo del lienzo hasta el principio de la letra para que, al menos, estuvieran alineadas. La distancia entre letras es totalmente aleatoria. Marqué sólo el borde superior porque, como va a estar colgado en la pared, no se verá la marca de lápiz. Si lo haces desde abajo puede que se vea.



8.
Corta algunos rectángulos en el lienzo (¡pequeñitos! o el lienzo perderá tensión y se te caerá). Serán los orificios de entrada y salida de la tira de luces. Asegúrate de que los cortas en una zona donde quede cubierta por alguna letra.


9.
 Desenreda las luces de navidad para poder manejarlas mejor. Inevitablemente, algunas luces tendrán que quedar dentro de las letras, pero si las separas de esta manera, podrás colocarlas en los agujeros sin desperdiciar demasiadas.


10.
¡A meter lucecitas! (lo digo emocionada pero mi novio y yo acabamos hasta los mismísimos).
¡Ah! Y comprueba antes de empezar dónde quieres el enchufe. No vaya a ser que, cuando lo tengas todo hecho, maldigas este tutorial por no habértelo dicho :P
Yo quería el enchufe en la parte izquierda, así que empecé por la derecha, es decir, por la última letra.
Mete las luces desde detrás del lienzo por el rectangulito que has hecho y forma como una U con el cable (que entre, cuelgue lo suficiente como para llenar la letra y luego salga otra vez).
Ahora ve metiéndolas en cada hueco y letra por letra hasta el final.





11.
Pega un trozo de cinta/celo para sujetar los cables y que no se escapen de su sitio.



12.
 Ajusta la tira de luces desde atrás para que las letras queden pegadas al lienzo y asegúralas por la parte de delante con cola blanca (o Pattex, como en mi caso).




¡LISTO!

Espero que te haya gustado.
Si intentas hacerlo en casa te aseguro que no es tan difícil como parece. Además, es tan versátil que puedes usarlo como quieras y con cualquier palabra. Nosotros vamos a ponerlo en nuestro estudio y ¡nos encanta saber que lo hemos hecho con nuestras manitas!
^_^
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viernes, 22 de agosto de 2014

Cómo dejé de fumar sin morir en el intento




 
Foto: Tumblr


Hace exactamente 1.893 días que no fumo. Es decir, 5 años, dos meses y seis días  (Es que la aplicación del QuitNow es tan genial poniéndotelo en días, cual condena carcelaria...)

Mi historia con el tabaco imagino que empieza con mi padre, él es fumador y su padre también. 
Cuando cumplió 13 años, mi abuelo le dio un cigarrillo y le dijo ''ahora ya eres un hombre, ya puedes fumar''. A día de hoy no puedo imaginarme a mi padre sin el olor de carajillo de whisky y del humo de un cigarro.

Recuerdo cuando era pequeña que daba igual si estabas en un bar, en una casa o en el coche. A nadie le importaba si había niños antes de encenderse un cigarrillo y nadie miraba mal a los fumadores por ello. 
Mi madre hizo todos los intentos para que él dejara de fumar, pero solo consiguió que echara el humo por la chimenea para no ahogarnos en casa o que abriera las ventanillas del coche.
Un día -yo no lo recuerdo- dije ''¡Cuando yo sea mayor no fumaré nunca!''. Claro que no fue así o el título de este artículo sería diferente.

Yo tenía 11 años cuando mi hermana mayor empezó a fumar a escondidas. Todos nos dimos cuenta porque esto es muy difícil de esconder. Recuerdo cuando venía alguna amiga suya y se encerraban en su habitación, el olor en su ropa, en su pelo...

A los 13 años empecé el instituto y, claro, tenía que aparentar ser mayor... Mi hermana me había estado contando las novatadas que se hacían (meterte la cabeza en el váter, ducharte, pintarte con permanente...) y ¡no podía permitir que me vieran como una niñata! así que durante el verano, me dediqué a ''aprender'' a fumar.
Le cogía un par de cigarros a mi padre, me juntaba con mis amigas y nos pasábamos la tarde aprendiendo a tragarnos el humo. Yo decía que sabía, pero en realidad lo aguantaba en la boca -¿quien no lo ha hecho?-
Todas flipaban que no tosiera y me sentía como la más guay, pero sabía que tarde o temprano me pillarían, así que, un día, cuando llegué a casa, busqué algún cigarrillo para ensayar, pero no había nada. Subí a la habitación de mi hermana y rebusqué en el cenicero... había una colilla a medias -era lo único que tenía-. 
Me puse delante de un espejo y me tragué el humo. Sorprendentemente, ¡no tosí! pero ejem...empecé con todo el glamour posible... Con una colilla apestosa jaja.

A partir de ahí, todo fue normal. Fumaba a escondidas en casa pero con la cabeza bien alta en el instituto, echaba insecticida en la habitación porque creía que cantaba menos que un ambientador, cogía cajetillas del cartón de tabaco de mi padre hasta que me atreví a comprarlo yo sola... en fin, lo típico.
Yo me sentía así
Foto: Victoria Van Violence


pero ahora pienso que debía ser algo más parecido a esto

Foto: Frieke Janssens


Para que te hagas una idea, le dije a mis padres que fumaba en nuestro viaje a Disneyland París. Qué vergüenza... Aunque fue bastante natural todo: Mi padre dijo que se iba a comprar tabaco y le dije que comprara uno para mí también. Por supuesto, me miró con cara muy seria y me dijo ''No te voy a decir que no fumes porque yo lo hago, pero si pudiera volver atrás y no haber empezado, lo haría''. (Nota: al final no me lo compró...cachis...)

A los 14 tuve mi primer novio y descubrí la marihuana. Los años que siguen están algo borrosos..jajaja. Sólo recuerdo algunos momentos en concreto. La mayor parte del día estaba medio apollardada por el THC y tanto me daba chicha que limonada mientras me hiciera pasar un buen rato. Para mí, fumar porros era algo social. Pocas veces fumaba a solas y, si lo hacía era para inspirarme antes de hacer un dibujo o antes de escribir algo si las musas tardaban en aparecer. 
Si quedaba con los amigos sabía que, cuando llegara a casa, tendría que decir que esos ojos rojos eran porque me daba el viento yendo en moto. Unas gotas de colirio y listo.
Parece increíble que lograra sacarme todas las asignaturas en esos años, todavía me sorprendo a mi misma.

A los 18 me saqué el carné de conducir y ahí acabo mi relación con los porros y, de rebote, casi con el alcohol -seguí bebiendo, pero mucho menos-. No obstante, no abandoné el tabaco. Por eso se me hizo más fácil dejar de fumar porros.
Empecé con Marlboro, luego me pasé al Chesterfield, después al Marlboro light, Camel, y por último Lucky Strike... qué recuerdos.
Normalmente al día me fumaba entre 10-15 cigarrillos, a excepción del fin de semana que podía llegar al paquete/paquete y medio si salía por la noche.

A los 19 años me independicé y me fui a la universidad. Todo era nuevo, tuve una adaptación un poco extraña y no me sentía segura conmigo misma ni estaba segura de lo que hacía allí. El año siguiente conocí a mi pareja actual y todo cambió...
Desde siempre, todos los chicos con los que había estado, fumaban o habían fumado, pero él no. Él nunca ha fumado aún teniendo a sus dos padres -su padre ya no lo es- y algunos de sus amigos, fumadores. Me pareció un caso casi extraterrestre, pero me hizo pensar que posiblemente era eso lo que le hacía destacar entre todos nosotros. Se hacía muy raro verle con esas pintas metaleras e ir a ofrecerle un cigarro y que dijera ''no, no fumo''... te descolocaba.

Empezamos a salir y al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos. Allí fue cuando dejé de fumar.

Estarás pensando...oohh..qué bonito, dejó de fumar por amor... emm..sí y no.
Ante todo lo dejé por mí, pero no te voy a negar que dejar de fumar si tu pareja no fuma y te apoya es más fácil. La cosa fue que cuando empecé, yo todavía estaba viviendo con una amiga, y ella sí fumaba. Pero empecemos por el principio:

Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando tomé la decisión. No fue algo premeditado o que pensara ''tal día voy a dejar de fumar porque es el día que se estrenó la película Psicosis hace 49 años.'' NO. Simplemente me dolía la garganta, probé a fumarme un cigarrillo y noté que mi cuello gritaba silenciosamente 'socorro'. 
''No te preocupes, cuello... hoy no no voy a fumar y te daré una tregua''. Al día siguiente pensé ''¿y si hoy tampoco fumo?..a ver cuántos días puedo aguantar''.
Siempre me quedaba el consuelo de que, como no se lo había dicho a nadie, no pasaba nada si no podía conseguirlo.

Cuando pasaron tres días mi novio me dijo ''hey, hace unos días que no te veo fumar...¿lo estás dejando?'' Pillada. Ahora ya no podía echarme atrás :)

Me puse a investigar por internet y cuanto más veía a gente fumando y explicando sus historias, más ganas me entraban de fumar. 

Pero entre toda esa información ''basura'' (digo basura porque en aquel momento no me servía nada), descubrí esta web que me animó como no te puedes llegar a imaginar. Además, te lo explicará todo mil veces mejor de lo que pueda hacerlo yo.

Las dos primeras semanas pasaron bien, estaba animada y con la mente muy positiva porque no me estaba costando tanto como creía. Ahora sé que es porque todavía tenía la nicotina en el cuerpo y el 'mono' no era tan fuerte.
Estaba encantada con lo que había conseguido. Lo que mejor recuerdo y lo que creo que se me quedará en la memoria para siempre, es el primer beso que dí sin tabaco. Fue una pasada. Super dulce... fue totalmente nuevo, como si nunca hubiera besado a nadie antes. Piensa que empecé a fumar a los 13 y mi primer beso fue a los 14...

A partir de la tercera semana empecé a flaquear por momentos, pero repasar la web me ayudaba muchísimo. Esta sección me ayudaba a reafirmarme en mi decisión, y este otro a sentirme mejor cuando volvía a estar convencida de seguir con ello. 
Y cada día....caaaaada día me leía ésta otra sección, tantas veces que llegué a aprendérmela de memoria y recitaba como si fuera mi mantra personal (bueno, lo segundo es mentira jaja).

Esa misma semana había un festivalazo y sería el/los primer/os concierto/os que vería sin tabaco. 
Lo gracioso fue que había dos amigos más que lo habían dejado más o menos a la vez que yo y, al terminar el día, fui la única que consiguió seguir sin nicotina. Primera prueba conseguida!
Eso me dio un montón de ánimos, saber que podía hacerlo si me lo proponía seriamente. Y, no te lo voy a negar... cuando ves que la gente que se ha apuntado al carro empieza a caer poco a poco te sientes poderoso, casi como un dios de la inspiración y la constancia. Y eso...mola.


El verano se presentó igual de desafiante: tuve problemas familiares bastante estresantes y problemas en el trabajo. Puede que influyera también mi estado de nerviosismo porque, a la mínima salía the devil in me y, como no podía salir a fumar para relajarme, ese estado permanecía más tiempo del que estaba acostumbrada. 

Después del verano, cuando pasaron tres meses, mejoré un poco y pasé de tener cuatro momentos de flaqueza al día, a tener sólo uno (de 18 a 21 horas... mi novio puede dar fe de ello porque le pedía que no me hablara ni me dijera nada durante esas horas).
Para mantenerme ocupada, dibujaba y practicaba Photoshop, pero el problema era que, cuando acababa mi ''obra''  necesitaba ese cigarrito de recompensa, así que empezaba de nuevo. El resultado fue un aumento de la productividad de un 200% y unas notas bastante altas en clase. 
Ese cigarro era (y sigue siendo, aunque en menor frecuencia, después de tantos años) el que más echo de menos.

La pregunta mamporrera: ¿Engordas si dejas de fumar? Según mi experiencia, no engordas porque dejas de fumar o porque la ansiedad te hace comer más... lo que pasa es que como ahora notas mucho mejor los sabores y los olores, comer se convierte en un placer. 
Como te gusta más lo que comes, comes con más gusto y te cuesta más parar. ¿yo engordé? Sí, y aunque en el momento me veía horrible, visto con perspectiva, no había cogido tantos kilos. Así que asegúrate de no abusar de la comida basura o de queso y pasta hasta que aprendas a controlarte ¿no vas a querer evitar el mono de tabaco y además castigarte también por la comida? Todo a su tiempo...ya tienes bastante con una cosa.

El mejor truco es pensar que te acabas de fumar uno.. tendrás que hacer muuucho uso de tu imaginación, pero intenta recordar la sensación que tenías cuando acababas de fumar. Esa sensación es la que tendrás que recrear cuando tengas ganas de fumar. Al fin y al cabo, piensa que, si te fumas sólo una calada, vas a tener que empezar de cero y eso, después de lo que has pasado, es una pu***a.
A lo mejor puedes dejar de fumar por eso, por pereza :P


Pasan los años y cada día la cosa mejora. A estas alturas, puedo decir con orgullo que no he recaído ni una sola vez, que no he dado ninguna calada desde ese 16 de junio del 2009 y que casi es de lo que estoy más orgullosa de haber conseguido en mi vida.

La anécdota después de 5 años es ir al médico a actualizar tu historial y decir ''soy ex-fumadora''-porque siempre, aunque pasen treinta años, me consideraré ex-fumadora- y que el médico te pregunte ''¿desde hace cuánto?'' ''cinco años'' y le quite importancia con un ''ah..bueno..entonces eso ni lo apunto'' (wiiii!)
No sé si mi salud ha mejorado, me sigo cansando cual oso perezoso cuando subo unas escaleras, pero eso es porque no hago NADA de deporte. He notado una mejora bestial en mi piel y sobre todo en mis migrañas. Parece mentira el dolor de cabeza que tenía antes y no sabía de donde me venía. Ahora lo sé. Del tabaco.
Lo que es mi cartera te aseguro que sí ha mejorado.
Odio pensar en el dinero que he tirado a la basura y ahora puedo permitirme un capricho cuando lo quiero y no tengo remordimientos. 
El primer capricho que me dí a mi salud- nunca mejor dicho- fue un buen kit de maquillaje Mac. Para muchas chicas, tener maquillaje de esta marca es una cosa básica, pero para mí era y sigue siendo un capricho. En fin, que me lo compré para sentirme más guapa y darme una recompensa por todo el esfuerzo. Soy cuquísima.

Pero lo mejor de todo es saber que ya no dependes del tabaco. Se acabó estar pensando:
- ¿tengo cambio para tabaco o tendré que pedir?
- Es sábado, son las 12 de la noche y sólo me quedan tres cigarros. Tendría que haber salido antes a comprar porque mañana tendré que buscar un bar donde vendan.
- Se acerca el viernes, voy a comprar 4 paquetes por si acaso.
- Si he quedado con mi amiga y no lleva tabaco, tendré que invitar, más vale que cambie de ruta y pare antes a comprar.
- Tengo una comida familiar, eso supone 4 horas sin fumar.
- y un largo etcétera....

Soy FREEE!!! 

Como colofón final te diré que sigo guardando de recuerdo mi caja de tabaco casi entera, para que veas que la excusa de ''me acabo esta caja y lo dejo'' no iba conmigo. 
Te confieso que cuando la he cogido para hacerle la foto no he podido evitar sacar un cigarro y cogerlo... sigo teniendo la soltura (demasiados años repitiendo el mismo gesto) pero ahora me siento rarísima y...huele fatal jajaja

Mírala... que bonita y qué asquerosa al mismo tiempo jejeje.





Si decides dejar el tabaco o lo estás dejando, puedes escribir tus preguntas o tu experiencia en los comentarios. ¡Tú puedes conseguirlo!



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